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Líder, Visión y Valores: ¿El fin justifica los medios?

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Líder, Visión y Valores: ¿El fin justifica los medios?

noviembre 5, 2014 Karina Suarez Comments Off

Es común escuchar comentarios, en su gran mayoría acertados sobre conceptos de liderazgo, visión y valores, pero cuando nos proponemos profundizar en la relación natural, que surge entre ellos y comenzamos a analizar los detalles, casi siempre encontramos contradicciones o argumentos que no llegan a convencer o que dejan una estela de dudas sobre el derrotero que el líder debe seguir para alcanzar ese sueño compartido que llamamos visión. Y es precisamente aquí donde subyace la motivación de estas líneas, ¿son suficientes los valores para que el líder sea exitoso?; ¿son los valores el hilo conductor que permite al líder, con el apoyo de su gente alcanzar las metas propuestas?

Primero, debemos tener claro y coincidir que todos los individuos, organizaciones, naciones, civilizaciones, etc., que han trascendido, que han marcado diferencia, que han sido exitosos, han tenido un pensamiento definido y positivo sobre su futuro, Joel Baker en sus estudios sobre “El Poder de una Visión del Futuro”, expresa que además de contar con los recursos y medios necesarios, es importante tener sueños para alcanzar las metas propuestas. El hombre es el único ser viviente que posee la capacidad de proyectarse en el tiempo e imaginarse en un futuro positivo y lleno de logros. Baker en su artículo comparte los estudios de tres escritores: 1) Benjamín Singer en su libro “The future focused role-image”, analiza los factores que influyen en los niños para que sean buenos estudiantes, terminen su educación primaria, secundaria y continúen sus estudios universitarios, concluyendo, que más allá de lo que pudiéramos suponer, no es su condición socio-económica, la conformación adecuada de sus hogares y familia, o el coeficiente intelectual el denominador común en estos niños exitosos, todos tenían un sueño, lo que todos tenían era una visión clara y positiva de su futuro. 2) Viktor Frankl en su libro “Man’s Search for Meaning”, encuentra que en las condiciones más extremas, como lo fueron los campos de concentración nazis en la segunda guerra mundial, los que lograron sobrevivir al holocausto, tenían un sueño por cumplir, una meta que alcanzar y a diario lucharon por ella. 3) Basándose en el libro “The Image of the Future” de Fred Polak, encuentra que en las civilizaciones exitosas, aquella que han dejado huellas en la historia universal, una visión del futuro precede al éxito.

Entonces está claro que la visión positiva y alentadora del futuro es la clave del éxito, y es aquí donde aparece nuestro segundo pensamiento, ¿cómo alcanzarla, cómo convertir en realidad ese hermoso sueño? La respuesta es muy sencilla y conocida: con el trabajo tesonero y diario, aprendiendo de nuestros errores, cayendo para volver a levantarnos, siempre alentados y motivados por la visión. Toma tiempo es verdad, debemos tener la constancia y paciencia para ir paso a paso, punto a punto como dicen en el tenis, un peldaño a la vez. Pero en este camino existen tentaciones, se presentarán oportunidades para ir la vía rápida y fácil, saltándose etapas, desnaturalizando todo el proceso, incurriendo en acciones que pueden al final del camino pasarnos la factura y desmerecer toda una vida de sacrificios y esfuerzos, a esto me referiré en el tercer y último razonamiento, ¿cómo ir trazando el camino o decidir entre cuál de los ya trazados transitar? ¿el fin justifica los medios? Definitivamente no. Comparto totalmente el criterio de Baker al indicar que los valores son como una coraza, un seguro, nuestra garantía de alcanzar las metas por el camino correcto, debemos recordar que el camino al infierno está empedrado con buenas intenciones, a muchos líderes de la historia se los recuerda nefastamente por la forma en que alcanzaron sus objetivos, a pesar de lo significativo de sus logros y aquí aterrizo a nuestra realidad mi pensamiento, todos deseamos y queremos ver a la ESPOL convertida en una Universidad de Docencia con investigación, ¿quién no?, pero, si para alcanzar nuestra meta pasamos por alto los valores y a una sola de las persona que haya contribuido a posicionar a ESPOL la afectamos, dejamos de reconocerle su contribución, su entrega a nuestra institución y basándonos en débiles argumentos, pero que repetidos tantas veces parecen válidos, nos alejamos de nuestra esencia, nos olvidamos del amigo, del colega, del ser humano, deshumanizándonos para convertirnos en una especie de autómatas, perdiendo nuestra capacidad de discernir para volvernos esclavos de las muchas formas de tiranía que vemos a diario, estamos condenándonos al repudio histórico, por más importantes que hayan sido nuestros logros. A Alemania y a Chile las admiramos como sociedades que han marcado diferencias, pero ¿quién se atreve a magnificar a Hitler o Pinochet?, por todo esto y más, líderes recuerden siempre: EL FÍN NO JUSTIFICA LOS MEDIOS.